Para que un reloj automático funcione correctamente, el resorte debe acumular suficiente tensión. Es importante tener en cuenta que al reloj se le debe dar cuerda manualmente antes de que pueda funcionar automáticamente, un proceso conocido como "dar cuerda". Sin este proceso, el reloj no funcionará correcta ni consistentemente.

Para activar el reloj, gire la corona y realice aproximadamente 20 revoluciones en el sentido de las agujas del reloj. Esta primera "vuelta" suele ser suficiente para la mayoría de los relojes automáticos. Durante la cuerda, el pequeño resorte del reloj se aprieta manualmente, creando suficiente tensión para iniciar el movimiento. A medida que el resorte se relaja, tira de los engranajes, que a su vez, mediante tecnología avanzada, ponen las manecillas en movimiento. Una vez que el resorte está completamente relajado, el reloj deja de funcionar.

Una vez que se completa el proceso, el reloj se da cuerda automáticamente mediante una masa oscilante que se mueve con cada movimiento de la muñeca. Para maximizar la tensión, se debe usar un reloj automático al menos ocho horas al día. Si esto no es posible, o si el reloj no se usa durante más de 15 horas, es necesario repetir el proceso.